TEORIA DE LAS IDEAS BASICA
Platón distingue dos mundos:
-Las Ideas son eternas, inmateriales, únicas, no cambian, son el modelo de las cosas
-Las cosas son materiales, múltiples, cambian, nacen y perecen.
La verdadera realidad son las Ideas, las cosas tienen un grado de realidad menor.
Las ideas sólo se conocen con la razón, pero no se deben confundir con los conceptos, las cosas se conocen con los sentidos, el conocimiento de las cosas sólo proporciona opinión.
Las Ideas solo pueden ser conocidas en el Mundo inteligible. El alma ha estado en este mundo antes de nacer, pero las ha olvidado. Conocer es recordar. Recuperar ese recuerdo es un proceso largo que comienza al contemplar la belleza de este mundo, pero sólo las matemáticas y la dialéctica permiten conocer las ideas.
La teoría tiene tres intenciones:
-Ética: Frente al relativismo de los sofistas, Platón quiere fundar la virtud en el saber, para ser justo es necesario saber lo que es la justicia.
-Política: Las tres partes del alma, racional, irascible y apetitiva, se corresponden con las clases sociales de la polis: los filósofos, que gobiernan; los guerreros, que defienden la ciudad, y los artesanos, que trabajan. Igual que el alma debe guiarse por la razón, el cuerpo social debe dejarse guiar por los filósofos, que conocen el mundo de las Ideas. Cuando cada clase social realiza la tarea que le corresponde, se alcanza la justicia.
-Científica: El verdadero conocimiento tiene que ser univesal y necesario. Platón distingue cuatro grados de conocimiento. El conocimiento del mundo sensible sólo proporciona opinión, Platón distingue la imaginación y la creencia. El conocimiento del mundo inteligible proporciona ciencia, la matemática y la dialéctica son las ciencias fundamentales.
Las matemáticas nos ayudan a pasar del conocimiento sensible al inteligible. Usan representaciones de las Ideas, por ejemplo el dibujo de un triángulo, pero piensan en la Idea de triángulo, en el triángulo perfecto.
Con la dialéctica ascendente podemos llegar a conocer la Idea de Bien, usando solamente las Ideas llegamos al principio de todo. La Idea de Bien es la causa del ser y el conocimiento en el mundo de las Ideas, y en el mundo sensible es la causa del Sol y de la luz.
Además existe una dialéctica descendente que permite conocer la jerarquía y relaciones entre las Ideas. La Idea de Bien es la idea suprema, a continuación están las Ideas de los objetos éticos y estéticos, seguidas de las Ideas de los objetos matemáticos y finalmente de las Ideas de las cosas. Según Aristóteles, Platón terminó por identificar las Ideas con los números.
Platón nunca pudo explicar claramente la relación entre los dos mundos, entre las Ideas y las cosas. Primero utilizó los conceptos de imitación y participación. La semejanza que existe entre los objetos de la misma clase, como los caballos, es el resultado de la imitación de un modelo que permanece inmutable, la Idea de caballo; pero explicar esta relación nos lleva a un proceso interminable, conocido como argumento del "tercer hombre".
Si en lugar de imitación hablamos de participación, los problemas no desaparecen. Si las cosas participan de toda la Idea tendría que haber tantas Ideas como cosas, lo que contradice la no multiplicidad de Ideas; si las cosas participarían sólo de una parte de la Idea, se contradice el principio de indivisibilidad de las Ideas.
En el Timeo, uno de sus últimos diálogos, Platón dice que el universo es resultado del trabajo del demiurgo o dios artesano que construye el cosmos a partir de la materia eterna, tomando como modelo el mundo de las Ideas. La copia resulta defectuosa por estar hecha de materia.
La educación platónica básica
Para Platón el fin de la educación no es sólo el desarrollo de las capacidades individuales, es necesario formar a una clase social que se ocupe del gobierno y de la defensa y expansión de la ciudad. La educación no puede depender de la iniciativa individual, debe estar en manos del Estado.
Las tres partes del alma, racional, irascible y apetitiva, se corresponden con las clases sociales de la polis: los filósofos, que gobiernan; los guerreros, que defienden la ciudad, y los artesanos, que trabajan. Igual que el alma debe guiarse por la razón, el cuerpo social debe dejarse guiar por los filósofos, que conocen el mundo de las Ideas. Cuando cada clase social realiza la tarea que le corresponde, se alcanza la justicia. Si cada uno busca su propio interés es inevitable la decadencia de la sociedad.
Los guardianes se dividen en auxiliares o soldados y gobernantes, guardianes perfectos. Los guardianes deben ser escogidos entre aquellos ciudadanos que posean aptitudes especiales (fuerza, valentía, amor a la verdad) y habrán de ser educados cuidadosamente. Los artesanos apenas necesitan conocimientos.
Los guardianes además de educación deben someterse a una forma de vida comunista, para evitar que busquen el interés propio. No podrán tener propiedad privada, vivirán en cuarteles y comerán en común, se eliminarán las relaciones sexuales entre parejas permanentes. La procreación será regulada por los gobernantes, con el fin de conseguir la mejor descendencia posible. El Estado educará en común a los niños, los padres no conocerán a sus hijos. En la sociedad de los guardianes las mujeres tienen idéntico papel que los hombres y reciben la misma educación. Los artesanos si podrán tener propiedades y familia.
La educación elemental, que comprende la preparación de los jóvenes hasta la edad de veinte años. Comprende gimnasia y música, que permitirán desarrollar el cuerpo y formar el carácter. La música incluye otras artes. Pero se establece una censura. Deben eliminarse todas aquellas historias que presenten a los dioses como seres dominados por pasiones, vengativos, mentirosos o infieles. Los que superen esta etapa serán guardianes. Algunos de ellos, los mejores, pasarán a la etapa siguiente. Los futuros gobernantes deberán dominar varias ciencias.
Platón distingue dos mundos:
-Las Ideas son eternas, inmateriales, únicas, no cambian, son el modelo de las cosas
-Las cosas son materiales, múltiples, cambian, nacen y perecen.
La verdadera realidad son las Ideas, las cosas tienen un grado de realidad menor.
Las ideas sólo se conocen con la razón, pero no se deben confundir con los conceptos, las cosas se conocen con los sentidos.
El verdadero conocimiento tiene que ser univesal y necesario. Platón distingue cuatro grados de conocimiento. El conocimiento del mundo sensible sólo proporciona opinión, Platón distingue la imaginación y la creencia. El conocimiento del mundo inteligible proporciona ciencia, la matemática y la dialéctica son las ciencias fundamentales.
Entre los veinte y los treinta años estudiarán ciencias que les ayudarán a pasar de las tinieblas de lo sensible a la luz de lo inteligible. Las matemáticas se sirven de figuras geométricas para discurrir, pero no pensando en ellas mismas, sino en las Ideas correspondientes. Dibujan un triángulo pero piensan en el triángulo perfecto que sólo puede ser visto con el pensamiento. También estudiarán astronomía, pues la belleza del cielo refleja la belleza del mundo de las Ideas.
A los treinta años, se escogerá a los mejores para que estudien dialéctica durante cinco años más. El dialéctico parte de hipótesis, por ejemplo la noción de justicia, y de Idea en Idea, sin recurrir a nada sensible, alcanzan el principio de todo, la Idea de Bien, Idea suprema. Que es la causa del ser y del conocimiento del mundo de las Ideas. Esta es la dialéctica ascendente, pero también hay una dialéctica descendente que permite establecer las relaciones y jerarquías de las Ideas.
Completados sus estudios volverán a los asuntos humanos para ganar experiencia. Aquellos que a los cincuenta años hayan salido puros de estas pruebas asumirán el poder cuando les corresponda.
Los prisioneros y las sombras. Básico.
Los prisioneros son unos hombres que están encadenados dentro de una caverna desde pequeños sin poder moverse. Frente a ellos se proyectan unas sombras, que produce un fuego encendido en el interior, cuando pasan hablando porteadores con objetos sobre sus cabezas. Según nos dice Platón, la caverna equivale al mundo sensible, el fuego que hay en ella al sol, y la salida de la cueva a la ascensión del alma al mundo inteligible.
Platón distingue dos mundos. El alma ha estado en el mundo de las Ideas, pero ha caido a este mundo y ha quedado atrapada en un cuerpo. Platón introduce, influido por los pitagóricos, la idea de alma inmortal, que es novedosa en la cultura griega. El cuerpo es un estorbo para el alma, pues las pasiones, la arrastran impidiéndole la contemplación de las ideas. El cuerpo pertenece al mundo sensible, y es por tanto imperfecto. Esto lo explica Platón con el mito del carro alado.
Las sombras representan el primer grado de conocimiento. El conocimiento del mundo sensible sólo puede proporcionar opinión. Se distinguen dos grados. El primer grado es la imaginación o la conjetura. El segundo grado es la creencia que correspondería al momento en el que un prisionero es liberado y puede ver con dificultad a los porteadores y al fuego que proyecta las sombras en el fondo de la cueva. Corresponde a las explicaciones sobre la naturaleza que hicieron los filósofos presocráticos. Pero no es auténtica ciencia. La ciencia es el conocimiento del mundo de las ideas. El primer grado de ciencia son las matemáticas y el grado más alto a la dialéctica, que permite conocer la idea de Bien, que se corresponde con el sol que hay en el exterior de la caverna.
El ascenso al mundo de arriba y el sol.
Según nos dice Platón la subida al mundo de arriba equivale a la ascensión del alma hasta el mundo inteligible. El ascenso del prisionero por la áspera y escarpada subida, su lenta adaptación a la luz en el exterior hasta ver el sol directamente y el descubrimiento de que rige las estaciones y la vida representan las dificultades de la educación.
La dialéctica y el amor son los dos medios de ascender al mundo de las Ideas. Las matemáticas son un preludio necesario. Dentro del mito corresponden a la escarpada subida para salir de la caverna pues permiten pasar del mundo sensible al inteligible. Las matemáticas son el primer grado de conocimiento científico, se apoyan en elementos sensibles pero siempre pensando en las Ideas.
El alma al contemplar la hermosura de este mundo recuerda la verdad y toma alas y desea emprender el vuelo y contemplar las Ideas. Primero se fija en la belleza de los cuerpos bellos. Luego descubre la belleza del alma; y más arriba aún, la belleza de las leyes y de las ciencias y por encima de todo, la Idea de belleza, que es eterna, perfecta, siempre igual a sí misma y fuente de toda otra belleza.
Si la educación no ha creado un equilibrio entre las distintas partes del alma, el individuo es esclavo del placer, y no puede alcanzar este conocimiento. Al no sentir avidez por poseer cosas, el filósofo no teme a la muerte y es capaz de acciones valerosas y decididas que se exigen al verdadero gobernante.
Las funciones del Bien en el mundo inteligible respecto del alma y las ideas, es similar al comportamiento del Sol respecto de la visión y las cosas sensibles. La idea del Bien es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; en el mundo visible es la causa de la luz y del sol, en la inteligible es la productora de verdad y conocimiento. Igual que los ojos necesitan la luz del Sol para ver, el alma necesita la idea del Bien para aprehender los objetos del mundo inteligible. Tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.
Esta Idea suprema la identifica Platón en otros diálogos con la Belleza o con el Uno
El retorno a la caverna y las tinieblas
El prisionero que ha visto el sol y el mundo exterior no echará de menos su vida anterior ni los honores que se otorgaban en la caverna. Si volviera al interior se le llenarían los ojos de tinieblas, pues pasaría de la luz a la oscuridad. Tardaría en acostumbrarse y provocaría risas, pensarían que tiene los ojos estropeados por haber subido al exterior, pensarían que no merece la pena la ascensión y lo matarían si intentara liberarlos y hacerles subir. Esto pudo ser lo que le ocurrió a Sócrates.
El filósofo debe ayudar a sus compatriotas, pero no es extraño que se muestre torpe al discutir en los tribunales o en otro lugar, sobre la apariencia de lo justo, cuando él conoce la Justicia en si.
Las tinieblas representan una existencia en la que sólo se concede valor a lo sensible. Platón señala que el paso de las tinieblas a la luz y de la luz a las tinieblas, requiere siempre un proceso de adaptación. Esto significa que el proceso educativo requiere esfuerzo y que comunicar los conocimientos adquiridos no es fácil.
En el ámbito social y político las tinieblas representan la manipulación de la opinión pública, que se basa en la persuasión mediante lo aparente y no mediante lo real, que es más difícil de comprender. En los tribunales atenienses podían participar de 200 a 6000 personas. La democracia es el gobierno de la masa, en el que todos son iguales y se elimina el poder de los que tienen más conocimientos.
Platón señala la paradoja de que el Estado perfecto sólo puede ser constituido por el sabio, y este sólo puede formarse en el Estado perfecto. Hay que contar con que aparezca un rey-filósofo para poder llevar a cabo este proyecto. Platón intentó esta posibilidad en Siracusa pero no tuvo éxito.
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