martes, 10 de febrero de 2015

ROMANTICISMO EN EL MUNDO DE SOFIA



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Hilde dejó caer la carpeta grande de anillas. Primero sobre sus rodillas y luego al suelo. Ya había mas luz en la habitación que cuando se acostó. Miró el reloj.Eran casi las tres. Se dio la vuelta en la cama para dormir. En el momento de dormirse pensó en por qué su padre había escrito sobre Caperucita Roja y Winnie Pooh... Durmió hasta las once del día siguiente. Le parecia que había estado soñando intensamente toda la noche, pero era incapaz de acordarse de lo que habia soñado. Tenía la sensación de haber estado en una realidad completamente diferente. Bajó a la cocina y se hizo el desayuo.Su madre se había puesto el mono azul. Iba a bajar a la caseta a arreglar el barco un poco. Aunque no le diera tiempo de llevarlo al agua, al menos debería estar listo para cuando el padre de Hilde volviera del Líbano.

-¿Bajas a echarme una mano?


-Primero tengo que leer un poco mas. Luego puedo bajar té bocadillos, si quieres. Después de desayunar, Hilde volvió a subir a su habitación, hizo su cama y se puso cómoda con la carpeta de anillas sobre las rodillas. Sofía se metió por el seto y de nuevo se encontró en ese gran jardín que una vez había comparado con el jardín del Edén... Ahora se dio cuenta de que había hojas y ramas sueltas por todas partes tras la tormenta de la noche anterior.Tenía la sensación de que existía una relación entre la tormenta y las ramas sueltas, por un lado, y el encuentro con Caperucita Roja y Winnie Pooh, por el otro.Se fue al balancín y lo limpió de agujas de pino y ramas. Menos mal que tenía cojines de plástico, porque así no hacía falta meterlos en casa cada vez que caía un chaparrón. Entró en casa. Su madre acababa de volver, y estaba metiendo algunas botellas en la nevera. Sobre la mesa de la cocina había dos tartas.


-¿Van a venir invitados? -preguntó Sofía. Casi se había olvidado de que era su cumpleaños.


-Haremos la gran fiesta en el jardín el sábado, pero me pareció que deberíamos celebrarlo hoy también.


-¿Qué?


-He invitado a Jorunn y a sus padres.


Sofía se encogió de hombros.


-Como quieras. Los invitados llegaron un poco antes de la siete y media.El ambiente estaba tenso, porque la madre de Sofía no conocía muy bien a los padres de Jorunn.Sofía y Jorunn subieron a la habitación de Sofía a redactar la invitación para la fiesta del jardín. Ya que tambien iban a invitar a Alberto Knox, a Sofía se le ocurrio que podían llamarla «Fiesta filosófica en el jardín». Jorunn no protestó, pues la fiesta era de Sofía, y últimamente se habían puesto muy de moda las llamadas «fiestas temáticas». Por fin acabaron de redactar la invitación. Habían tardado dos horas y estaban muertas de risa.


Querido: Te invitamos a una fiesta filosófica en el jardín del Camino del Trébol 3, el sábado 23 de iunio (San Juan) a las 19.00 horas. En el transcurso de la fiesta, esperamos poder solucionar el misterio de la vida. Tráete una chaqueta de lana y buenas ideas que puedan contribuir a una pronta solución de los enigmas de la filosofía. Desgraciadamente está prohibido encender hogueras de San Juan debido al gran peligro de incendio, pero  las llamas de la imaginación podrán arder libremente. Habrá incluso un auténtico filósoio entre los invitados. Se reserva el derecho de admisión. (¡Nada de prensa!)


Un cordial saludo, Jorunn Ingebrigtsen (comisión de festejos) y Sofía Amundsen (anfitriona)


Bajaron para reunirse con los mayores, que ahora charlaban con un poco más de soltura que cuando Sofía y Jorunn se refugiaron en el piso de arriba. Sofía le dio la invitación, que estaba escrita con una estilográfica, a su madre.


-Anda, por favor, dieciocho copias -dijo. A veces le pedía a su madre que le sacara alguna fotocopia en el trabajo. La madre repasó rápidamente la invitación, y luego se la dio al asesor fiscal.


-Ya veis. Está completamente chiflada.


-Esto parece emocionante -dijo el asesor fiscal, y dio la hoja a su mujer-. A mí me gustaría mucho participar en esta fiesta.


Ahora le tocó el turno a la Barbie.


-¡Pero qué emocionante! ¿Nos dejas venir, Sofía?


-Pues entonces, veinte copias.


-Estás como una cabra -dijo Jorunn.


Antes de acostarse, Sofía se quedó un largo rato junto a la ventana. Se acordó de la noche en que, hacía más de un mes, había visto la silueta de Alberto en la oscuridad. Ahora también era de noche, pero era una luminosa noche de verano.


No supo nada de Alberto hasta el martes por la mañana. Llamó por teléfono justo después de que su madre se marchara a trabajar.


-Sofía Amundsen.


-Alberto Knox.


-Ya me lo figuraba.


-Lamento no haber llamado antes, pero he estado trabajando intensamente en nuestro plan. Sólo cuando el mayor se concentra plenamente en ti, yo tengo ocasión de estar solo y trabajar sin que me interrumpan.


-Qué raro.


-Entonces aprovecho para esconderme en algún sitio, ¿sabes? Incluso la mejor vigilancia del mundo tiene sus límites cuando la lleva una sola persona... He recibido una tarjeta tuya.


-¿Una invitación, quieres decir?


-¿Y te atreves?


-¿Por qué no?


-No es fácil saber lo que puede pasar en una fiesta asi.


-¿Vendrás?


-Claro que iré. Pero hay otra cosa. ¿Has pensado en que es el mismo día en que el padre de Hilde vuelve del Líbano?


-No, a decir verdad, no había caído en eso.


-No creo que sea pura casualidad el que te haga organizar una fiesta filosófica en el jardín el mismo día que él vuelve a su casa de Bjerkely.


-Como te digo, no se me había ocurrido.


-Pero a él sí. Bueno, ya hablaremos. ¿Puedes venir a la Cabaña del Mayor esta mañana?


-Debería arrancar las malas hierbas del jardín.


-Digamos entonces a las dos. ¿Vas a poder?


-Iré.


También esta vez Alberto estaba sentado en los escalones cuando llegó Sofía.


-Siéntate aquí -dijo. Hoy fue derecho al grano-. Hasta ahora hemos hablado del Renacimiento, de la época barroca y de la Ilustración. Hoy vamos a hablar del Romanticismo, la última gran época cultural europea. Nos estamos acercando al final de una larga historia, hija mía.


-¿Tanto tiempo duró el Romanticismo?


-Empezó muy a finales del siglo XVIII y duró hasta mediados del siglo pasado. No obstante, después de eso ya no tiene sentido hablar de «épocas» enteras que abarquen literatura y filosofía, arte, ciencia y música.


-¿Pero el Romanticismo fue una época así?


-Se ha dicho que el Romanticismo fue la última «postura común» ante la vida en Europa. Surgió en Alemania como una reacción contra el culto a la razón de la Ilustración. Despues de Kant y su fría razón, era como si los jóvenes alemanes respiraran aliviados.

-¿Y que pusieron en lugar de la razón?

-Los nuevos lemas fueron «sentimiento», «imaginación», vivencia» y «añoranza». También algunos de los filósofos de la Ilustración habían señalado la importancia de los sentimientos, como por ejemplo Rousseau, pero en ese caso como una crítica contra la importancia exclusiva que se daba a la razón. Ahora esta subcorriente se convirtió en la corriente principal de la vida cultural alemana.

-Entonces, ¿Kant había perdido partidarios?

-Sí y no. Muchos románticos se consideraron herederos de Kant, pues el maestro había afirmado que lo que podemos saber sobre «das Ding an sich» es muy limitado.Por otro lado,había señalado lo importante que es la aportación del yo» al conocimiento. Ahora cada individuo tenía libertad para dar su propia interpretación de la existencia. Los románticos aprovecharon esta libertad, convirtiéndola en un culto casi desenfrenado al «yo», lo cual también condujo a una revalorización del genio artístico.

-¿Había muchos genios de ésos?

-Un ejemplo es Beethoven, en cuya música nos encontramos con un ser que expresa sus propios sentimientos y añoranzas. En ese sentido Beethoven era un creador «libre», al contrario que los maestros del Barroco, por ejemplo Bach y Händel, quienes compusieron sus obras en honor a Dios y, muy a menudo, conforme a reglas muy severas.


-Yo sólo conozco la  «Sonata del Claro de Luna» y la «Quinta sinfonía».


-Pues entonces puedes apreciar lo romántica que es la «Sonata del Claro de Luna» y lo dramatica que es la expresión que emplea Beethoven en la «Quinta sinfonía».


-Dijiste que también los humanistas del Renacimiento eran individualistas.


-Sí. De hecho hay muchos rasgos comunes entre el Renacimiento y el Romanticismo, quizás sobre todo en la importancia que otorgaban, unos y otros, al arte y a su significado para el conocimiento del hombre. En este campo Kant aportó lo suyo. En su estética había investigado qué es lo que sucede cuando nos sentimos abrumados por algo muy hermoso; por ejemplo, por una obra de arte. Cuando nos entregamos a una obra de arte sin servir a otros intereses que a la propia vivencia artística, nos acercamos a una percepción de «das Ding an sich».


-¿Eso quiere decir que el artista es capaz de transmitir algo que los filósofos no pueden expresar?


-Así opinaron los románticos. Según Kant, el artista juega libremente con su capacidad de conocimiento. El poeta alemán Schiller continuó desarrollando las ideas de Kant. Escribe que la actividad del artista es como un juego,y que el hombre sólo es libre cuando juega, porque entonces hace sus propias leyes. Los románticos opinaban que solamente el arte podía llevarnos más cerca de «lo inefable». Algunos fueron hasta el final y compararon al artista con Dios.

-Porque el artista crea su propia realidad exactamente de la misma manera que Dios ha creado el mundo.

-Se decía que el artista tiene una «fuerza imaginativa de creación del mundo». En su entusiasmo artístico podía llegar a sentir desaparecer la frontera entre sueño y realidad.  Novalis, que era uno de los jóvenes genios, dijo que «el mundo se convierte en sueño, el sueño en mundo». Escribió una novela medieval que se titulaba  Heinrich von Ofterdingen. El escritor no pudo dejarla acabada cuando murió, en 1801, pero tuvo de todas formas una gran importancia. La novela cuenta la historia del joven Heinrich, que está buscando aquella «flor azul» que un día vio en un sueño y que desde entonces siempre ha añorado. El romántico inglés Coleridge expresó la misma idea de esta manera:

What if you slept? And what if, in your sleep, you dreamed? And what if, in your dream, you went to heaven and there plucked a rare and beautiful flower? And what if,when you awoke, you had the flower in your hand? Ah, what then?

-Qué bonito. -Esta añoranza de algo lejano e inaccesible era típica de los románticos. Algunos también añoraron los tiempos pasados, por ejemplo la Edad Media, que ahora se revalorizó frente a la evaluación tan negativa de la Ilustración. Los románticos también añoraban culturas lejanas,por ejemplo Oriente y sus misterios. También se sentían atraídos por la noche, por el amanecer, por viejas ruinas y por lo sobrenatural. Se interesaban por lo que podríamos llamar los «aspectos oscuros» de la existencia, es decir, lo enigmático, lo tétrico y lo misterioso.

-A mí me suena como una época interesante. ¿Quiénes eran en realidad esos románticos?

-El Romanticismo era ante todo un fenómeno urbano. Precisamente en la primera parte del siglo pasado tuvo lugar un florecimiento de la cultura urbana en muchos lugares de Europa, y muy marcadamente en Alemania. Los «románticos» típicos eran hombres jóvenes, muchos de ellos estudiantes, aunque quizás no se ocuparan demasiado de los estudios en sí. Tenían una mentalidad expresamente antiburguesa y solían hablar de la policía o de sus caseras como «filisteos» o simplemente como «el enemigo».

-En ese caso yo no me habría atrevido a ser casera de ningún romántico.

-La primera generación de románticos vivió su juventud alrededor del año 1800,y podemos llamar movimiento romántico la primera insurrección juvenil de Europa. Los románticos tenían varios rasgos comunes con la cultura hippie que surgió ciento cincuenta años más tarde.

-¿Flores y pelo largo, música de guitarra y pereza?

-Sí, se ha dicho que «la ociosidad es el ideal del genio y la pereza la virtud romántica». Era la obligación del romántico vivir la vida, o soñar para alejarse de ella. El comercio cotidiano y los quehaceres de todos los días eran cosa de los filisteos.


-¿Henrik Wergeland era un romántico?


-Tanto Wergeland como Welhaven eran románticos.Wergeland también defendió muchos de los ideales de la Ilustración, pero su comportamiento, caracterizado por una obstinación inspirada pero desordenada, tenía casi todos los rasgos típicos de un romántico, por ejemplo, sus exaltados enamoramientos. Su «Stella», a quien dedica sus poemas de amor, era tan distante e inaccesible como la «flor azul» de Novalis. El propio Novalis se comprometió con una joven que sólo tenía catorce años. Ella murió cuatro días después de cumplir los quince, pero Novalis continuó amándola el resto de su vida.


-¿Has dicho que se murió sólo cuatro días después de cumplir los quince años?


-Sí.


-Yo tengo hoy quince años y cuatro días.


-Es verdad...


-¿Cómo se llamaba?


-Se llamaba Sophia.


-¿Qué has dicho?


-Bueno...


-¡Me estás asustando! ¿Es esto una coincidencia?


-No sé, Sofía, pero ella se llamaba Sophia.


-¡Sigue!


-El propio Novalis murió a los 29 años. Fue uno de los «jóvenes muertos». Pues muchos de los románticos murieron jóvenes, muchos a causa de la tuberculosis. Algunos se suicidaron.


-¡Vaya!


-Aquellos que llegaron a viejos dejaron más bien de ser románticos alrededor de los 30 años. Muchos se volvieron muy burgueses y conservadores.


-¿Entonces se pasaron al campo del enemigo?


-Sí, tal vez. Pero hablamos del enamoramiento romántico. El amor inaccesible había sido introducido ya por Goethe en su novela epistolar titulada Los sufrimientos del joven Werther; publicada en 1772. El pequeño libro acaba con que el joven Werther se pega un tiro porque no consigue a la mujer a la que ama...


-¿No era eso un poco exagerado?


-Resultó que el número de suicidios aumentó despues de publicarse el libro, y durante algún tiempo estuvo prohibido en Dinamarca y Noruega. Como ves, no carecía de peligro ser romántico. Se ponían en marcha fuertes sentimientos.


-Al oír la palabra «romántico», pienso en grandes pinturas de paisajes, bosques misteriosos y naturaleza salvaje... preferiblemente envuelta en niebla.


-Uno de los rasgos más importantes del romanticismo era precisamente la añoranza de la naturaleza y la mística de la misma. Y, como ya he dicho, esas cosas no surgen en el campo. Te acordarás de Rousseau, que lanzó esa consigna de «vuelta a la naturaleza», que finalmente tuvo éxito en el Romanticismo. El Romanticismo representa, entre otras cosas, una reacción contra el universo mecánico de la Ilustración. Se ha dicho que el Romanticismo implicaba un renacimiento de la antigua conciencia cósmica.

-¡Explícate!

-Significa que la naturaleza se consideró una unidad. En este punto los románticos conectaban con Spinoza, pero también con Plotino y filósofos del Renacimiento como Jacob Böhme y Giordano Bruno. Estos tuvieron en común su vivencia de un «yo» divino en la naturaleza.

-Eran panteístas...

-Tanto Descartes como Hume habían hecho una fuerte distinción entre el yo, por un lado, y la realidad extensa por el otro. También Kant había hecho una clara separación entre el «yo» que conoce, y la naturaleza «en sí».Ahora se decía que la naturaleza era un enorme yo. Los románticos también empleaban la expresión «alma universal.


-Entiendo.


-El filósofo romántico dominante fue Shelling, que vivió desde 1775 a 1854. Intentó anular la mismisisima distinción entre espíritu y materia. Toda la naturaleza, tanto las almas de los seres humanos, como la realidad física,son expresiones del único Dios o del "espíritu universal",dijo él.

-Bueno,me recuerda a Spinoza.

"La Naturaleza es el espíritu visible, el espíritu es la naturaleza invisible, dijo Shelling.Porque en todas partes de la naturaleza intuimos un "espíritu estructurador".Tambien dijo que la "materia es inteligencia adormecida.

-Esto me lo tendrás que explicar más detenidamente.

-Shelling vió un "espíritu universal" en la naturaleza,pero tambien vió el mismo espíritu en la conciencia del hombre.En este sentido la naturaleza y la conciencia humana son en realidad dos expresiones de lo mismo.

-Si,¿por qué no?

-Es decir,que uno puede buscar el "espíritu universal" tanto en la naturaleza como en la mente de uno mismo.Por eso Novalis dijo que "el camino secreto va hacia dentro".Pensaba que el hombre lleva todo el universo dentro y que la mejor manera de percibir el secreto del mundo es  entrar en uno mismo.

-Es una idea hermosa.

-Para muchos románticos la filosofía,la investigación de la naturaleza y la literatura se elevan a una unidad superior. Estar sentado en un estudio escribiendo inspirados poemas o estudiando la vida de las flores y la composición de las piedras eran en realidad dos lados del mismo asunto. Porque la naturaleza no es un mecanismo muerto,es un "espíritu universal" vivo.

-Si sigues hablando así,creo que me hago romántica.

-El científico nacido en Noruega, Henrik Steffens, llamado por Wergeland "la hoja de laurel,desaparecido en Noruega con el viento", porque se había ido a vivir a Alemania,llegó en 1801 a Copenhague para dar conferencias sobre el Romanticismo Alemán.Caracterizó el movimiento romántico con las siguientes palabras:"Cansados de los eternos intentos de atravesar la materia cruda, elegimos otro camino y quisimos apresurarnos hacia lo infinito. Entramos en nosotros mismos y creamos un nuevo mundo..."


-¿Cómo cosigues acordarte de tantas palabras de memoria?


-No tiene importancia,hija mía.


-Sigue.


-Schelling también vio una evolución en la naturaleza de tierra y piedra a la conciencia del hombre. Señaló transiciones muy graduales de naturaleza muerta a formas de vida cada vez más complicadas. La visión de la naturaleza de los románticos reflejaba que la naturaleza se entendía como un solo organismo, es decir, como una unidad que constantemente va desarrollado sus posibilidades inherentes. La naturaleza es como una planta que abre sus hojas y sus pétalos. O como un poeta que despliega sus poemas.

-¿No recuerda esto un poco a Aristóteles?

-Pues sí. La filosofía de la naturaleza del Romanticismo tiene rasgos aristotélicos y neoplatónicos. Pues Aristóteles tenía una visión más orgánica de los procesos naturales que los materialistas mecanicistas.


-Entiendo.


-También encontramos pensamientos parecidos en su nueva visión de la Historia. Muy importante para los románticos sería el filósofo e historiador Herder, que vivió desde 1744 a 1803. Opinó también que el transcurso de la Historia se caracteriza por el contexto,el crecimiento y la orientación. Decimos que tenía una visión dinámica de la Historia porque la vivia como un proceso. Los filósofos de la Ilustración habían tenido a menudo una visión estática de la Historia. Para ellos sólo existía una razón universal y general, que fluctuaba según los tiempos. Herder señaló que toda época histórica tiene su propio valor. De la misma manera cada pueblo tiene sus particularidades o su «alma popular». La cuestion es si somos capaces de identificarnos con las condiciones de otras culturas.

-De la misma manera quc tenemos que identficarnos con la situación de otra persona para entenderla mejor,tambien debemos identificarnos con otras culturas para comprenderlas.

-Supongo que hoy en día eso es más o menos evidente. Pero en el Romanticismo era algo nuevo.El Romanticismo contribuyó también a reforzar los sentimientos de identidad de cada una de las naciones. No es una casualidad que nuestra propia lucha por la independencia nacional floreciera precisamente en 1811.


-Entiendo.


-Ya yue el Romanticismo implicaba orientaciones nuevas en tantos campos, lo normal ha sido distinguir entre dos clases de Romanticismo. Por «Romanticismo» entendemos, ante todo, lo que llamamos Romanticismo universal. Pienso entonces en aquellos románticos que se preocuparon por la naturaleza, el alma universal y el genio artístico. Esta forma de romanticismo floreció primero, y de un modo muy especial, en la ciudad de Jena alrededor del año 1800.

-¿Y la otra clase de Romanticismo?

-La otra es la llamada Romanticismo nacional que floreció un poco más tarde esencialmente en la ciudad de Heidelberg. Los románticos nacionales se interesaban sobre todo por la historia del pueblo», por la lengua del «pueblo y general por la cultura «popular». Y también el "pueblo" fue considerado un organismo que desdobla sus posibilidades inherentes, precisamente como la naturaleza y la historia.

-Dime dónde vives,y te diré quien eres.

-Lo que unificó al Romanticismo universal y al nacional fue ante todo la consigna «organismo. Los románticos consideraban tanto una página,como un pueblo, «organismos vivos,de manera que tambien una obra literaria era un organismo vivo. La lengua era un organismo, incluso la naturaleza se consideraba un solo organismo. Por ello no hay una diferenciación bien definida entre el Romanticismo universal y el Romanticismo nacional. El espíritu universal estaba presente en el pueblo, así como en la cultura popular y en la naturaleza y el arte.

-Comprendo.

-Herder ya había recopilado canciones populares de muchos países, y había publicado la colección bajo el elocuente título todo Stimmen der Völker in Liedern ( Las Voces de los Pueblos en sus Canciones). Caracterizó la literatura popular como todo «lengua materna de los pueblos». En Heidelberg se comenzaron a recopilar canciones y cuentos populares. Tal vez hayas oído hablar de los cuentos de los hermanos Grimm.


-Ah sí, «Blancanieves» y «Caperucita Roja», «Cenicienta» y «Hansel y Gretel»...


-Y muchos, muchos más. En Noruega teníamos a Asbjornsen y Moe, que viajaron por todo el país recogiendo la «literatura propia del pueblo». Era como cosechar una jugosa fruta que de repente se había descubierto como algo rico y nutritivo. Y corría prisa, porque la fruta ya estaba cayéndose de los árboles. Landstad recopiló canciones e Ivar Aasenrecopiló la propia lengua noruega. Desde mediados del siglo pasado también se redescubrieron los viejos mitos de los tiempos paganos. Compositores de toda Europa comenzaron a incorporar la música folklórica a sus composiciones. De esa manera intentaron construir un puente entre la música popular y la artística.


-¿La música artística?


-Por música artística se entiende música compuesta por una sola persona, por ejemplo Beethoven. La música popular, por otra parte, no la había compuesto una persona determinada, sino el propio pueblo. Por eso tampoco sabemos exactamente cuándo se compusieron las melodías populares. Y de la misma manera se distingue entre cuentos populares y cuentos artísticos.


-¿Qué significa «cuento artístico»?


-Un cuento que ha sido creado por un determinado escritor, por ejemplo Hans Christian Andersen. Precisamente el género cuentístico fue cultivado con gran pasión por los románticos. Uno de los maestros alemanes fue Hoffmann.


-Creo que he oído hablar de los cuentos de Hoffmann.


-El cuento fue el gran ideal literario entre los románticos, más o menos de la misma manera que el teatro había sido la forma artística preferida de los barrocos. Proporcionaba al escritor grandes posibilidades de jugar con su propia fuerza creativa.


-Podía jugar a Dios ante un mundo imaginado.


-Exactamente. Y ahora podríamos hacer un breve resumen.


-¡Venga!


-Los filósofos románticos entendieron el «alma universal» como un «yo» que, en un estado más o menos onírico, crea las cosas en el mundo. El filósofo Fichte señala que la naturaleza precede de una actividad imaginativa superior e inconsciente. Schelling dijo que el mundo «está en Dios». Pensaba que Dios es consciente de algunas cosas,pero también hay aspectos de la naturaleza que representan lo inconsciente en Dios. Porque también Dios tiene un «lado oscuro».

-Es una idea que me asusta y me fascina a la vez.

-De la misma manera se consideró la relación entre el autor y su obra de creación. El cuento proporcionó al escritor la posibilidad de jugar con su propia «fuerza imaginativa». El mismo acto de la creación no era siempre consciente. Al escritor le podía ocurrir que el cuento que estaba escribiendo saliera empujado por una fuerza inherente. A veces estaba como hipnotizado mientras escribía.


-De acuerdo.


-Pero luego el mismo escritor podía romper la ilusión. Podía intervenir en el relato con pequeños comentarios irónicos al lector, para que éste, al menos esporádicamente recordara que el cuento sólo era un cuento.


-Entiendo.


-De esta manera el escritor tambien podía recordar al lector que su propia vida era de cuento. Esta clase de ruptura de la ilusión la solemos llamar «ironía romántica». Nuestro propio Ibsen, por ejemplo, deja decir a uno de los personajes en su obra Peer Gynt que uno no muere en medio del quinto acto».


-Creo que entiendo que esa réplica tiene algo de divertido. Porque al mismo tiempo dice que simplemente es un soñador.


-La frase es tan paradójica que podemos marcarla con un punto y aparte.


-¿Qué guieres decir?


-Nada, nada, Sofía. Pero luego dijimos que la amada de Novalis se llamaba Sofia,como tú, y que además murió cuando tenía quince años y cuatro días...


-Comprenderás que me asustara, ¿no?


-Alberto se quedó sentado mirando algo fijamente.


-Prosiguió:


-Pero no debes temer que vayas a tener el mismo destino que la amada de Novalis.


-¿Por qué no?


-Porque aún quedan muchos capítulos.


-¿Qué dices?


-Digo que la persona que lea esta historia de Sofía y Alberto sabe que aún quedan muchas páginas de este cuento. Sólo hemos llegado al Romanticismo.


-¡Me mareas!


-En realidad se trata del mayor, que intenta marear a Hilde. ¡Qué feo por su parte!, ¿verdad Sofía? ¡Punto y aparte! Alberto aún no había acabado la frase cuando un chico salió corriendo del bosque.

Vestía ropa árabe y en la cabeza llevaba un turbante. En la mano llevaba una lámpara de aceite. Sofía se agarró al brazo de Alberto.

-¿Quién es ése? -preguntó.


El chico contestó por su cuenta:


-Me llamo Aladino, vengo del Líbano. Alberto le miró con severidad.


-¿Y qué tienes en tu lámpara, chico?


El chico empezó a frotar la lámpara. De ella salió un espeso vapor, y del vapor iba saliendo

la figura de un hombre, que tenía barba negra y boina azul como Alberto. Flotando en el aire sobre la lámpara,dijo lo siguiente:

-¿Me oyes, Hilde? Supongo que llego tarde para felicitarte. Sólo quiero decirte que para mí Bjerkely y la región en la que vives me parecen un verdadero cuento. Nos veremos dentro de pocos días. Y con esto, la figura de hombre volvió a diluirse en el vapor, y toda la nube fue absorbida por la lámpara de aceite. El chico del turbante se puso la lámpara bajo el brazo, volvió a meterse en el bosque y desapareció.


-Es... increíble -dijo Sofía, finalmente.


-No es más que una tontería, hija mía.


-El espíritu hablaba exactamente como el padre de Hilde.


-Porque es su espíritu.


-Pero...


-Tú y yo y todo lo que nos rodea tiene lugar muy dentro de nuestra conciencia. Es el 28 de abril por la noche, y alrededor del mayor, que está despierto, están dormidos todos los Cascos Azules, y él mismo está a punto de dormirse. Pero tiene que acabar el libro que va a regalarle a Hilde en su decimoquinto cumpleaños. Por eso tiene que trabajar, Sofía, por eso el pobre hombre apenas puede descansar.


-¡Madre mía!


-¡Punto y aparte!


Sofía y Alberto se quedaron sentados mirando al pequeño lago. Alberto estaba como petrificado. Al cabo de un rato Sofía se atrevió a darle en la espalda.


-¿Te has distraído?


-Sí, en esto intervino directamente. Los últimos párrafos estaban inspirados por él hasta la última letra. Debería sentirse avergonzado. Pero a la vez se descubrió, dejándose ver completamente. Ahora sabemos que vivimos nuestras vidas en un libro que el padre de Hilde manda a su casa como regalo de cumpleaños.


¿Oíste lo que dije, no? Bueno, en realidad no fui en absoluto yo quien lo dijo.


-Si todo esto es verdad intentaré escaparme del libro y escoger mi propio camino.


-En eso consiste exactamente mi plan secreto. Pero antes tenemos que conseguir hablar con Hilde, porque ella está leyendo cada palabra que estamos diciendo. En cuanto logremos escaparnos de aquí será mucho más dificil volverse a poner en contacto con ella. Esto quiere decir que tenemos que aprovechar la oportunidad ahora mismo.


-¿Qué le vamos a decir?


-Creo que el mayor está a punto de dormirse junto a la máquina de escribir, aunque sus dedos siguen corriendo por el teclado con una velocidad febril...


-Resulta curioso pensar en ello.


-Precisamente puede que ahora esté escribiendo cosas de las que más adelante se arrepentirá. Y no tiene tinta blanca correctora, Sofía. Eso forma una parte importante de mi plan. Pobre de aquel que se atreva a regalar al mayor Albert Knag un frasquito de tinta correctora.


-De mí no recibirá nada.


-Aquí y ahora desafío a la pobre chica a que se rebele contra su propio padre. Debería avergonzarse de permitir que su padre la entretenga con siluetas y sombras. Si estuviese aquí, le habríamos dejado notar en su propio cuerpo nuestra indignación.


-Pero no está aquí.


-Está presente en espíritu y alma, al mismo tiempo que está sentado en el Líbano. Porque todo lo que nos rodea es el «yo» del mayor.


-Pero él también es algo más de lo que vemos aquí, a nuestro alrededor.


-Porque simplemente somos sombras del alma del mayor, y a una sombra no le resulta fácil atacar a su maestro, Sofía. Requiere perspicacia y reflexión madura. Pero tenemos una posibilidad de influir sobre Hilde. Sólo un ángel puede rebelarse contra un dios.


-Podemos pedirle a Hilde que le haga la burla en cuanto vuelva a casa. Puede decirle que es un canalla.Puede destrozarle su barca,o al menos su linterna. Alberto consintió. Luego prosiguió.


-Además puede fugarse. Para ella es mucho más fácil que para nosotros. Puede abandonar la casa del mayor y no volver a aparecer jamás. Se lo merecería este mayor,que está jugando con su «fuerza imaginativa de crear mundos» a nuestra costa.


-Me lo imagino. El mayor viajando por el mundo en busca de Hilde.Pero Hilde ha desaparecido porque no podía aguantar vivir con un padre que se burlaba de Alberto y Sofía.


-Se cree gracioso. Eso es lo que quería decir cuando te dije que nos usa para entretenimiento de un cumpleaños. Pero debería tener cuidado, Sofía, y Hilde también.


-¿Qué guieres decir con eso?


-¿Estás cómoda?


-Con tal de que no aparezcan más espíritus de lámparas.


-Intenta imaginarte que todo lo que vivimos tiene lugar en la conciencia de otra persona. Nosotros somos esa conciencia. No tenemos ninguna alma propia, somos el alma de otro. Hasta aquí nos encontramos sobre un camino filosófico conocido. Berkeley y Schelling hubieran aguzado el oído.


-¿Sí?


-Luego puede ser que esa alma sea el padre de Hilde Moller Knag.Está sentado escribiendo un libro de filosofía para el decimoquinto cumpleaños de su hija. Cuando Hilde se despierta el 15 de iunio, se encuentra con el libro sobre la mesilla, y ahora ella y otros pueden leer acerca de nosotros. Durante mucho tiempo el padre ha estado insinuando que «el regalo» puede ser compartido con otros.


-Me acuerdo.


-Esto que te estoy diciendo ahora lo está leyendo Hilde después de que su padre estuviera una vez sentado en el Líbano imaginándose que yo te contaba que él estaba en el Líbano... imaginándose que yo te contaba que él estaba sentado en el Libano... Sofía se estaba mareando.Intentó pensar en lo que había oído sobre Berkeley y los románticos. Alberto Knox prosiguió:


-Pero no deberían sentirse demasiado seguros. Y menos aún deberían reírse, porque una risa puede fácilmente atragantarse.


-¿A quién?


-A Hilde y a su padre. ¿No estamos hablando de ellos?


-¿Pero por qué no deben sentirse seguros?


-Porque no se puede descartar en absoluto la posibilidad de que también ellos sean sólo conciencia.


-¿Cómo podría ser eso posible?


-Si era posible para Berkeley y los románticos, también será posible para ellos. Quizás también el mayor es una imagen de sombras en un libro que trata sobre él y Hilde, y naturalmente también de nosotros dos ya que formamos una pequeña parte de su vida.


-Eso sería aún peor. En ese caso sólo seríamos imagenes de sombras de imágenes de sombras.


-Pero también puede ser que un escritor totalmente diferente esté escribiendo un libro que trata sobre el mayor de los Cascos Azules Albert Knag que escribe un libro para su hija Hilde. Este libro trata de un tal «Alberto Knox» que de repente empieza a enviar unas modestas reflexiones filosóficas a Sofía Amundsen, en el Camino del Trébol número 3.


-¿Tú crees?


-Simplemente digo que es posible. Para nosotros ese escritor será un «dios oculto», Sofía. Aunque todo lo que somos y todo lo que decimos y hacemos emane de él, porque somos él, nunca sabremos nada de él. Nos han metido en la caja de más adentro.


Alberto y Sofía se quedaron pensando mucho tiempo. Al final Sofía rompió el silencio:


-Pero si de verdad hay un escritor que se inventa la historia sobre el padre de Hilde en el Líbano, de la misma manera que él se ha inventado nuestra historia...


-¿Sí?


-...entonces puede ser que él tampoco se sienta tan seguro.


-¿Qué guieres decir?


-Allí está con Hilde y conmigo metidas en un lugar muy adentro de su cabeza. ¿Pero no es posible que también viva su vida en una conciencia superior?


Alberto asintió con la cabeza.


-Desde luego, Sofía. También es posible eso. Y si es así, él nos ha dejado tener esta conversación precisamente para insinuar esa posibilidad. En ese caso ha querido señalar que también él es una imagen indefensa de sombras y que este libro en el que Hilde y Sofía viven sus vidas es, en realidad, un libro de texto de filosofía.


-¿Un libro de texto?


-Todas las conversaciones que hemos tenido, Sofía,todos los diálogos...


-¿Sí?


-Son en realidad un monólogo.


-Me parece que ahora todo se ha disgregado en conciencia y espíritu.


Menos mal que aún nos quedan algunos filósofos. Aquella filosofía que comenzó tan magníficamente con Tales, Empédocles y Demócrito no puede naufragar aquí, ¿verdad?


-Qué va. Hablaré de  Hegel.


Fue el primer filósofo que intentó salvar la filosofía después de que el Romanticismo hubiera reducido todo a espíritu.


-Espero con ilusión.


-Para que no nos interrumpan más espíritus o imágenes de sombras, sugiero que volvamos adentro.


-Además, ya hace un poco de fresco.



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